La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia a cualquier edad.
Las tres fases del Alzheimer son:
Fase 1: Duración de la enfermedad de 1 a 3 años
Esta primera etapa se caracteriza porque el afectado comienza a tener algunas pérdidas de memoria: eventualmente se le olvidan algunas cosas, olvidar sus citas, nombres de personas u olvidar sus citas. Estas pérdidas de memoria pueden pasar inadvertidas por ser bastante leves pero con el tiempo pueden interferir en el día a día de la persona. Se producen cambios de humor e incluso enfados del enfermo cuando se dan cuenta de que pierden el control de lo que les rodea. En esta fase hablan con frases más cortas, mezclan ideas sin relación directa, tienen problemas para encontrar palabras y construir frases, aunque siguen razonando adecuadamente.
Fase 2: Duración de la enfermedad de 2 a 10 años
En esta fase se agrava la situación y ya no hay duda sobre su diagnóstico. Manifiestan desorientación espacial. Disminuye la memoria reciente y empiezan a producirse cambios de comportamiento más acusados: alucinaciones, miedos, agresividad… El paciente pasa a ser más dependiente, necesitando ayuda para su auto-cuidado, siendo incapaz de trabajar y se muestra confuso con facilidad, necesitando de una supervisión diaria de todo lo que hace. Cierto es que en esta etapa las rutinas o conversaciones superficiales pueden verse conservadas pero cuando se profundiza empiezan a aparecer dificultades. El lenguaje empieza a verse más afectado: repite frases, no las acaba, le cuesta diferenciar y relacionar conceptos… Sus movimientos (al contrario que en la etapa uno donde estaban bien) empiezan a perder equilibrio, sufre caídas espontáneas y necesitan ayuda para andar.
Fase 3: Duración de la enfermedad de 8 a 12 años
En la última fase, el paciente depende por completo de terceras personas para su subsistencia. Necesita ayuda incluso para las tareas más básicas: moverse, comer, limpiarse. La memoria empieza a perderse tanto la reciente como la remota.
No reconocen a sus hijos, cónyuges, etc… Su comportamiento es como el de un niño pequeño: llora, se agita, grita, balbucean, no comprende las explicaciones y pueden tener períodos de comportamientos desinhibidos y agresivos. Muchos pacientes permanecen mudos y rígidos. Les cuesta controlar sus esfínteres, se atragantan, les cuesta tragar y no controlan sus gestos. Aumentan las complicaciones y riesgos derivados de desnutrición, deshidratación, infecciones, heridas por inmovilización, etc. La causa final de la muerte suele estar relacionada con algunas de estas complicaciones.
¿Cree que un familiar sufre de Alzheimer? Siga estos pasos
Normalmente la sospecha inicial viene dada porque vemos en el familiar una alteración en la memoria reciente, el paciente está muy repetitivo, formulando las mismas preguntas, como si no nos hubiera escuchado. También vemos que da muchos rodeos a ciertas preguntas y, por norma general, problemas atípicos relacionados con el lenguaje.
Lo primero que tenemos que hacer es consultar al médico de Atención Primaria. Este hará una primera valoración y solicitará la analítica básica con hormonas tiroideas, ácido fólico, vitamina B12 y serología de sífilis (en zonas donde sea frecuente) para tratar de descartar otras causas potencialmente reversibles y tratables.
Descartadas otras opciones se solicita la valoración de un psiquiatra, geriatra o neurólogo, según el ámbito sanitario en que nos movamos y las características del paciente. En este nivel, se pueden efectuar tantas exploraciones cognitivas un poco más amplias (tests neuropsicológicos para explicar la orientación, memoria, lenguaje, etc.), según la disponibilidad de tiempo, y pruebas de imagen cerebral, como un TAC, resonancia magnética; u otras como la punción lumbar, dependiendo de la dificultad diagnóstica.
En casos donde varias generaciones tengan la enfermedad a una edad joven (menos de 65 años), se puede realizar un consejo genético y estudio de genes causales.
Si reside en Málaga y tiene algún familiar aquejado de esta enfermedad, no dude en visitar las instalaciones de nuestra residencia para personas con Alzheimer.