En este post, hablaremos de las principales consecuencias derivadas de la aparición del Alzheimer y de las consecuencias de éstas así cómo lo que implica tomar la decisión de llevar a tus mayores a una clínica residencial de ancianos.
Las consecuencias del mal de Alzheimer
La consecuencia que más destaca es la pérdida de memoria y la dificultad de acordarse de eventos ocurridos en el pasado. Aunque no es la única, ya que se trata de una enfermedad que se caracteriza por provocar una continua degeneración de las funciones del cerebro.
Otra de las consecuencias a destacar es la pérdida de autonomía de la persona que lo padece. Esto quiere decir que incluso esas funciones básicas que son tan fáciles a otra edad, se convierten en un mal trago para estas personas, al ya no poder realizarlas.
Es por eso que en la residencia de ancianos de Málaga fomentamos talleres orientados a actividades básicas. De esta manera, es como volver a aprender de nuevo estas funciones.
La dificultad que esto conlleva hace que se requiera de un personal cualificado, que además de sus estudios, tengan una elevada paciencia con los ancianos, ya que se comportarán como unos niños que recién aprenden.
Es por eso que como se comenta en el párrafo anterior, el Centro Residencial Almudena, destaca por una plantilla cualificada, en la que puedes confiar a tus familiares.
La pérdida total de la identidad de la persona
A parte de lo anteriormente expuesto, otra grave consecuencia que aparece debido al mal de Alzheimer es la pérdida total de la identidad de la persona. Al ir muriendo las neuronas, se pierde la información de cómo uno es.
De esta manera, aunque una persona tenga un gran carácter, al perder las células es como si poco a poco, perdiera información de cómo es, hasta llegar el punto de perderse totalmente la identidad del individuo.
Es por ello que no solamente la persona afectada por la enfermedad padezca las consecuencias de ella, sino que indirectamente, la familia y amigos más cercanos, que ven cómo evoluciona, se ven afectados de manera negativa.
Es este otro motivo de contar con una clínica residencial de ancianos como la ubicada en Málaga, porque no solamente dará consejo y apoyo a la persona en cuestión, sino también entiende por lo que pasa la familia y por tanto a ellos también les dará apoyo moral.
Además, los números no engañan, son cada vez más las personas que sufren las consecuencias de esta enfermedad. Los datos que arroja la Organización Mundial de la Salud, son poco alentadores, ya que 7,7 millones de casos aparecen cada año en el mundo.
Frustraciones en la familia
Esta enfermedad hace que la persona afectada por el Alzheimer se vea totalmente dependiente de la familia, al perder su identidad y la capacidad de valerse por sí misma. Esto llevará a que la carga familiar se incremente, y el cuidador en cuestión de la persona, se vea sobrecargada.
Además de que es una razón suficiente de que por las graves consecuencias de esta enfermedad es recomendable que lo trate un profesional, también el cuidador ha de pensar en su vida, y en que esta no será posible de llevarla de una manera natural y sana, al tener que emplear gran parte de su tiempo en cuidar a esta persona.
Esto lleva muchas veces a frustraciones, y en vez de disfrutar de los últimos años de un ser querido, se llega a un punto en la que la relación en la familia se deteriora.
Una decisión difícil
La decisión de llevar a tu padre o tu madre a una residencia de ancianos, es una muy complicada y muy difícil de llevar a cabo. En la mayoría de las familias hay un gran debate, ya que se piensa que se abandona a esa persona por echarla fuera de casa.
Son pocas las familias que tienen claro que para mantener esa calidad de vida de la persona afectada por la enfermedad, la mejor idea es ponerla en manos de gente especializada.
Es una decisión necesaria de tomar, y está en tus manos que los últimos años de vida de tus amados sean maravillosos, además de también cuidar de la familia al no exponerla a un clima que va en deterioro.