Llega un momento en nuestras vidas o en la de familiares o amigos, que se nos plantea la necesidad de ser atendidos en centros o residencias de mayores por la falta de tiempo o de recursos de la familia y ello nos lleva a hacernos muchas preguntas sobre cuál sea la mejor opción.
Una vez tomada la decisión de internar a un amigo o familiar en una residencia de ancianos, son muchos los trámites a los que nos enfrentamos y nos surgen dudas sobre por dónde empezar.
Es por ello que le indicamos algunas pautas de las que hemos ido ofreciendo a las familias que se encuentran en esta situación.
Gestiones para ingresar a un familiar en una residencia geriátrica
En primer lugar debemos valorar si necesitamos solicitar una plaza en una residencia concertada o en una residencia privada.
Dependiendo de la pensión de la persona mayor y de los recursos de la familia y por supuesto, en el caso de que sea posible, de la decisión de la persona que va a ocupar la plaza
Debemos contar con su opinión e incluso animarle a visitar las distintas residencias que hemos analizado y que mejor se adaptan a sus necesidades.
Residencia concertada
Caso de decidirnos por una residencia concertada, debemos dirigirnos a nuestro Centro de Atención Primaria, donde nos derivarán a la Asistenta/e Social.
Una vez obtenida cita previa, ellos nos indicarán los pasos a seguir tras conocer, con la documentación aportada, la situación de la persona que solicita la plaza.
En principio y en el caso de residencias concertadas, debemos obtener la evaluación de persona dependiente según la Ley de Dependencia de su Comunidad Autónoma.
Esta valoración siempre dependerá del grado de discapacidad del mayor y de los recursos de los que disponga.
Una vez conseguida dicha valoración de dependencia, se entra en una lista de espera con el fin de optar a una residencia concertada.
Cuyo tiempo de espera puede variar dependiendo del número de residencias que se ubican en su población o del grado de dependencia que haya obtenido en la valoración realizada.
Igualmente el pago de dichas residencias concertadas dependerá de los bienes e ingresos de la persona dependiente, no teniendo en cuenta como bienes la primera vivienda o vivienda habitual propiedad del mayor.
Residencia privada
Caso de no poder optar a una residencia concertada o decidirse por una residencia privada, son muchos los datos que debemos conocer y valorar para hacer una buena elección.
En primer lugar debemos saber que el tiempo de espera en estos centros es menor.
Pero igualmente debemos tener en cuenta otras cuestiones, como precio, cercanía del centro elegido con la familia, asistencia médica permanente, espacios al aire libre, zonas de ocio, etc.
No olvidemos que lo importante son ellos, y que las residencias de mayores son fundamentales para que, las personas de esta edad, tengan una salud de hierro.