El taller de psicomotricidad está dirigido por profesionales con amplia experiencia y altamente cualificados. Los beneficios que la psicomotricidad y el ejercicio físico habitual aportan al proceso de envejecimiento son entre otros: evitar el sedentarismo, potenciar las funciones cognitivas, integrar al residente en la dinámica de la convivencia, mejorar el equilibrio, regular el peso, mejorar la fuerza y la movilidad, regular el apetito y el sueño, influir terapéuticamente sobre la depresión y la ansiedad, etc.